En lugar de combatir el estrés y las causas que provocan la pérdida de confort en las condiciones de trabajo, que estimulan una absurda competitividad entre los trabajadores que tratan de no perder su empleo y entre ellos provocan situaciones estresantes y de agobio al extender sus jornadas de trabajo, llegando primero que el jefe y saliendo de su trabajo después de este, los empresarios de Corea del Sur han ideado una solución que a nuestro juicio está en contra de la estabilidad mental de los trabajadores, de su disposición a un trabajo digno y que garantice satisfacción al trabajador.
Los temas tratados en la Metodología SOLVE para combatir los riesgos del trabajo como son el sueño tranquilo, el ejercicio físico y la alimentación saludable, son amenazados a diario por estas empresas y ahora utilizan un método que si lo anuncian en un filme de ficción, las personas pensarían que es, simplemente, humor negro.
Aquí va la noticia publicada en varios órganos de prensa:
"Muchas empresas de Corea del Sur han encontrado, mediante la simulación de funerales, la solución perfecta para mostrarle a sus trabajadores cómo deben y pueden aprovechar al máximo su vida. Además de encontrarse entre los países con una de las mayores tasas de suicidio, en este país es frecuente que los trabajadores asocien los altos niveles de estrés a que están sujetos, con el trabajo. La competencia se asume con tanta seriedad que todos tratan de ser perfectos llegando primero que el jefe a la oficina y saliendo después que el mismo se haya marchado.
La búsqueda de perfección que trae más consecuencias negativas que positivas, es un fenómeno que ya está preocupando a los empresarios. Por eso los directores quieren revertir esa tendencia a través de una medida que, aunque se considere mácabra, tiene un objetivo: mostrarles lo extraordinaria que es la vida. A través de la simulación de sus propios funerales, los trabajadores son confrontados con la muerte como si estuviese al doblar de la esquina.
La primera etapa termina con una despedida, pues los trabajadores deben contar con cierto tiempo para escribir cartas a sus seres queridos. Luego se les muestran videos como fuente de inspiración, con casos de personas que supieron dar una vuelta de hoja a las adversidades, por ejemplo, al cáncer.
Vestidos con ropas blancas y con una fotografía propia en mano, concluye la última fase en que los trabajadores se meten en unos cajones de madera como si fuesen ataúdes, que son después cerrados por un hombre vestido de negro que representa al "ANGEL DE LA MUERTE". Ya dentro del ataud oscuro, tendrán tiempo para reflexionar sobre el sentido de la vida.
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