QUIEN HA PROVOCADO LA OLA DE INMIGRANTES HACIA EUROPA?

Desde la prensa cubana me llega esta noticia que deseo compartir con ustedes por varios motivos:
1. La inmigración normalmente se analiza como la búsqueda de oportunidades en otra región, ya sea interna o hacia el exterior del país
2. A veces la inmigración es forzada como resultado del hambre, la miseria y las guerras de exterminio a que se someten los ciudadanos de un país que en la huida pretenden salvar sus vidas.
3. Cuantas veces la inmigración "legal" a la vista de todos, lleva por detrás la trata de personas, que se puede descubrir si "se levanta el velo".
4. Los países de acogida consideran la mayor de las veces que los inmigrantes son delincuentes, vagos en sus países de orígen que salen a "descubrir nuevos mundos" al estilo de Cristóbal Colón.
4. Hay un conjunto de consecuencias de la inmigración como son la pérdida de una identidad nacional, la discriminación por el origen nacional, el color de la piel, la religión y las costumbres, así como el estado de pobreza que acompaña a la mayoría de los inmigrantes.

Y hay decenas de causas y consecuencias y una de ellas es la crisis económica, otra las guerras desatadas en territorios de países subdesarrollados. Lean el siguiente artículo y saquen sus propias reflexiones.

Saltando muros

Reino Unido ofrecerá a Francia una valla de seguridad que usó en la cumbre de la OTAN que tuvo lugar el jueves y viernes pasado en la ciudad británica de Newport, para que la coloque en el puerto de Calais para cortar el paso de inmigrantes sin papeles que quieren cruzar el Canal de la Mancha. (BBC Mundo).

Guillermo Tell

Según el ministro británico de inmigración James Brokenshire, mediante renovados muros de acero de casi tres metros de altura se intenta evitar un irrefrenable flujo de inmigrantes que por escapar fundamentalmente de la pobreza, aunque también de conflictos, emprenden azarosos recorridos desde lo profundo de África, Oriente Medio y Asia.

Parecido a lo que ocurre en la frontera terrestre de México con Estados Unidos o en aguas caribeñas, otros cruzan en masa el mar mediterráneo, en frágiles barcazas hacinadas o improvisadas patanas para llegar a costas de España e Italia los afortunados supervivientes. Después sobreviven en saturados centros de acogida, en espera de una casi imposible devolución, ya sean venciendo alambradas cercas en Ceuta y Melilla o en la itálica Lampedusa.

Desesperados buscan oportunidades de una mejor vida, en un continente ya sacudido por el desempleo y signado por un ascendente auge de racismo. Pero el destino en que se empeñan tiene en sí mismo una lógica elemental y simbolismo histórico. ¿Acaso la opulencia del llamado primer mundo no se levantó sobre las espaldas de las regiones del sur? ¿Se puede negar que las riquezas acumuladas provienen de los tiempos del colonialismo saqueador y la desigual distribución de bienes imperante en este mundo?

Para la Comunidad Europa estas inmigraciones ilegales se han convertido hoy en un quebradero de cabeza. Muchos en su seno le llaman invasiones, pero mirándolo desde otro ángulo también se les podría describir como espontáneo e intuitivo ajuste de cuenta reclamante.