viernes, 27 de diciembre de 2013

UNA FORMA DIFERENTE DE SALIR DE UNA CRISIS

Venezuela barre obstáculos al desarrollo Silvia Martínez CARACAS.— La ofensiva económica del Gobierno venezolano, como respuesta a la especulación y la usura sembradas en el país por opositores internos y externos, va allanando el camino hacia una estrategia que tendrá en el año entrante un impulso decisivo. El Gobierno organiza a las comunidades para expender alimentos a precios justos. El 2014 será para "superar el modelo económico capitalista y generar el productivo socialista que está establecido en el testamento político del comandante Hugo Chávez, el Plan de la Patria", definió el vicepresidente Ejecutivo, Jorge Arreaza. A juicio del ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, "la economía venezolana será una combinación de fuerzas que derrumbarán las estructuras existentes, para evitar así, que ninguna conspiración golpista pueda repetirse en el país". Junto a la aplicación de mecanismos para garantizar el control sobre las divisas públicas, la inflación y parámetros económicos son también vitales las medidas del Gobierno para bajar precios en centros comerciales y coartar nocivas conductas en el mercado interno. Proteger el salario de los trabajadores y evitar que los ciudadanos sean timados con precios exorbitantes marcan una estrategia gubernamental dirigida también a recuperar el respeto al margen de ganancias racionales en toda la cadena productiva y de distribución. El Estado venezolano toma medidas inclusivas de gran impacto social —incrementos salariales, subsidios, pensiones, seguridad social y condiciones de vida y trabajo— que redundan directamente en un estímulo al trabajo y a la competencia sana en el medio productivo. Los inspectores estatales han encontrado irregularidades en los precios de algunos productos. Empero, la guerra económica impuesta por la oposición interna y externa trata sin éxito de desconocer, crear descontento y mellar el creciente acompañamiento popular a las transformaciones de la nación. Para Menéndez el hecho de que el pueblo cuestione cómo se fijan los precios de los productos en el país está rompiendo el paradigma neoliberal de los márgenes especulativos de la ganancia. La ofensiva arrancó el 6 de noviembre cuando el presidente Nicolás Maduro dictó proteger al pueblo "de la especulación de la burguesía parasitaria y de todos los mecanismos que han creado para saquear". En igual sentido definió tres líneas estratégicas de acción: "No detenernos en la construcción de lo nuevo por las perturbaciones inducidas por la guerra económica, romper el estancamiento en la transición económica hacia el socialismo, y equilibrar transformando, transformar equilibrando". En defensa de las garantías ciudadanas el Gobierno realizó más de 2 000 inspecciones de noviembre a la fecha en centros de ventas de diversa índole, con énfasis en los electrodomésticos, alimentos, productos textiles, calzados, artículos de ferretería, juguetes y vehículos. Alteraciones de precios con márgenes de ganancias superiores al mil por ciento, acumulaciones de productos en almacenes para crear crisis de faltantes, violaciones de la legislación laboral, de políticas fiscales, de regímenes comerciales y otras tantas anomalías fueron encontradas por inspectores en sus visitas de control, acompañados por equipos multidisciplinarios y testigos populares. En una reciente entrevista de Venezolana de Televisión, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Alí Rodríguez, expresó que "era imperativo tomar una medida como la que tomó el presidente Maduro". El jefe de Estado venezolano llamó también a su equipo a ser mucho más severo en el cumplimiento de la ley y no permitir las reincidencias epeculativas. (Corresponsal de Prensa Latina en Venezuela)

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