martes, 27 de agosto de 2013

MUCHO MAS QUE POR EL CONTENIDO, ME INTERESA DIVULGAR LAS PALABRAS DE FIDEL

Reconozco que desconocía esta intervención y la traigo en contexto para que se conozcan por otros y otras que acceden a mi blog.

Justicia social y color cubano: cercanas realidades
PEDRO DE LA HOZ
Entre los que fuera y dentro de Cuba tratan de hallar fisuras que conduzcan a la desintegración del cuerpo de la nación, el tema de la racialidad, en tiempos recientes y con intereses aviesos, se ha puesto de moda.

Pareciera incomodarles la seriedad y el respeto con que diversas instancias tanto gubernamentales como de nuestra sociedad civil han encarado un asunto que requiere atención, toma de conciencia y acciones prácticas para su definitiva solución.

La Revolución nos ha enseñado a asumir con valentía errores y carencias y a emprender el camino de la rectificación. En el tema que nos ocupa, como en tantos otros, Fidel dio el ejemplo. Al intervenir en el Congreso Internacional de Pedagogía 2005, expresó: Dicho con palabras más crudas y fruto de mis propias observaciones y meditaciones, habiendo cambiado radicalmente nuestra sociedad, si bien las mujeres, antes terriblemente discriminadas y a cuyo alcance estaban solo los trabajos más humillantes, son hoy por sí mismas un decisivo y prestigioso segmento de la sociedad que constituye el 65 por ciento de la fuerza técnica y científica del país, la Revolución, más allá de los derechos y garantías alcanzados para todos los ciudadanos de cualquier etnia y origen, no ha logrado el mismo éxito en la lucha por erradicar las diferencias en el status social y económico de la población negra del país, aun cuando en numerosas áreas de gran trascendencia, entre ellas la educación y la salud, desempeñan un importante papel.

En 1998, la vanguardia intelectual y artística, en diálogo con el propio Fidel, había advertido durante un Congreso de la UNEAC, la necesidad de abordar el problema. Durante la primera década de este siglo fueron adoptados programas destinados a sectores desfavorecidos de la sociedad con un impacto medible entre los afrodescendientes. El actual proceso de implementación de los Lineamientos Económicos y Sociales aprobados por el último Congreso del Partido debe sentar las bases de un desarrollo sustentable que se traduzca progresivamente en niveles de prosperidad. En su aplicación a escala local, cada una de las acciones que se emprenden tendrá que tomar en cuenta la focalización, sin visos paternalistas, de los sectores y nichos de nuestra sociedad más urgidos de transformaciones y beneficios, en correspondencia con los aportes y el incremento de la riqueza social.

Para nadie es un secreto que no existe una relación biunívoca entre base material y conciencia. De ahí la necesidad de continuar trabajando en el campo de la subjetividad si queremos desterrar todo vestigio de prejuicio racial. En los últimos años, no sin vencer obstáculos, cada vez son más significativos los espacios en los que se debaten los problemas de la población afrodescendiente. El tema ha preocupado y ocupado a los parlamentarios en las sesiones de las comisiones permanentes de la Asamblea Nacional y se han realizado audiencias públicas.

Consecuente con los acuerdos de sus Congresos, la UNEAC ha venido desarrollando mediante la Comisión Aponte no solo una labor de concientización, sino también de promoción de los aportes de los afrodescendientes a la forja de la nación y las transformaciones revolucionarias. Aunque más reciente, no menos importante resulta el trabajo del capítulo cubano de la Articulación Regional Afrodescendiente, por la altura y sentido de la responsabilidad con que analiza y propone soluciones.

La Fundación Nicolás Guillén auspicia un curso en el programa Universidad para Todos, cuya primera etapa concluyó al comienzo de este último verano, en el que se ponen de manifiesto las contribuciones sustantivas de los africanos y afrodescendientes

Estos son apenas algunos de los hitos en la batalla por la justicia. Todavía, lo sabemos, resultan insuficientes, pero también inobjetables. El sistema escolar, los medios de comunicación y las organizaciones que integran nuestro tejido social están en condiciones de aportar y avanzar mucho más. La igualdad, que en nuestro caso apunta a la correspondencia entre oportunidades y superación y entre prosperidad material y crecimiento espiritual, no fraguará mediante la aplicación de mecánicas acciones afirmativas ni extrapolando experiencias que para nada tienen que ver con nuestra perspectiva real, sino mediante la comprensión de las complejidades de un asunto históricamente enraizado y la búsqueda de soluciones integrales que recorran desde la escala del esclarecimiento y la conceptualización hasta la sistematización y seguimiento de prácticas económicas, sociales y culturales.

Todo esto bajo los principios de la unidad y sin renunciar a los ideales que nos fortalecen y constituyen nuestro más preciado legado. Al respecto, el sociólogo Fernando Martínez Heredia, Premio Nacional de Ciencias Sociales, recordó que las actitudes racistas responden "también a las necesidades ideológicas de los que aspiran a un regreso mediato al capitalismo, porque el racismo es una naturalización de la desigualdad entre las personas", lo cual resulta inadmisible para la inmensa mayoría de los cubanos. Y concluía con una afirmación que compartimos: "La lucha por la profundización del socialismo en Cuba está obligada a ser antirracista". Con esa convicción trabajemos para que el color cubano que tanto defendió Nicolás Guillén como aspiración y la justicia social más plena sean cada vez más cercanas y promisorias realidades.

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