miércoles, 12 de junio de 2013

EL MUNDO SIGUE EN CRISIS CON EL TRABAJO

Ayer estaba trabajando en mi compu y oyendo al mismo tiempo la Mesa Redonda en Cuba y pude escuchar con muchísima claridad cómo anda el mundo en relación con el empleo. Un desempleo que alcanza en promedio más del 20% de la población económicamente activa en muchos países incluso de la desarrollada Europa, los desalojos por impago de la vivienda siguen creciendo y con ellos los suicidios de los ciudadanos ante la desesperación por no tener donde vivir, trabajar y pronto, comer y vestirse y atender a sus hijos e hijas.  Traigo a colación lo sucedido el pasado año en la 101 Conferencia Internacional del Trabajo, como último ratio antes de lo que pueda suceder si no se toman medidas inmediatas. Los que están padeciendo más por esta situación son los jóvenes y demás categorías de la población llamada "vulnerable" por sus dificultades "históricas" para encontrar un empleo duradero. Ahora quien lo tenga lo debe conservar a sangre y fuego y quien pueda hallar uno precario, idem, al menos "del lobo un pelo". Cosas de la vida, quien imaginaría que el nuevo siglo XXI traería esta debacle....


Resolución La crisis del empleo juvenil: un llamado a la acción La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, convocada en Ginebra en su 101.ª reunión, 2012;
Habiendo celebrado una discusión general sobre la base del Informe V,
La crisis del empleo de los jóvenes: ¡Actuemos ya!; Reconociendo que en 2012 hay casi 75 millones de jóvenes están sin empleo en el mundo, muchos de los cuales nunca han trabajado, y que hay muchos más millones atrapados en puestos de trabajo inseguros y de escasa productividad;
Reconociendo que actualmente hay 4 millones más de jóvenes desempleados que en 2007 y que más de 6 millones han abandonado la búsqueda de empleo;
Reconociendo que esta situación sin precedentes puede tener efectos perjudiciales duraderos en los jóvenes, en particular aquellos que proceden de entornos desfavorecidos;
Reconociendo que el desempleo y el subempleo persistentes de los jóvenes conllevan un elevado costo socioeconómico y representan una amenaza para el tejido social;
Afirmando que la creación de suficientes puestos de trabajo decente para los jóvenes es una cuestión de máxima prioridad mundial,
1. Resuelve emprender una acción específica e inmediata;
2. Adopta las siguientes conclusiones: «La crisis del empleo juvenil: un llamado a la acción», que complementan las conclusiones relativas al empleo de los jóvenes adoptadas por la Conferencia en 2005;
3. Invita al Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo a que preste la debida atención a estas conclusiones al planificar su futura labor sobre el empleo juvenil y pide al Director General que las tome en consideración al preparar y aplicar el programa y presupuesto para el próximo bienio, así como al asignar otros recursos de que pueda disponerse durante el bienio 2012-2013;
4. Pide al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo que dé a conocer estas conclusiones en los foros internacionales pertinentes, y
5. Invita al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo a que asuma el liderazgo en lo relativo a este llamado a la acción

Conclusiones La crisis del empleo juvenil: un llamado a la acción 1.
Los jóvenes representan la promesa de un cambio positivo en las sociedades. Sin embargo, no hay suficiente trabajo para ellos. Hay asimismo millones de jóvenes que no encuentran vías hacia un trabajo decente y corren riesgo de exclusión social. 2. En 2012 hay en el mundo casi 75 millones de jóvenes desempleados, 4 millones más que en 2007, y más de 6 millones han abandonado la búsqueda de un puesto de trabajo. Más de 200 millones de jóvenes están trabajando pero ganan menos de 2 dólares de los Estados Unidos por día. El empleo informal entre los jóvenes sigue ganando terreno. 3. La crisis del empleo juvenil, agravada significativamente por la crisis económica y financiera mundial, nos impone el gran desafío a gobiernos, empleadores y trabajadores, en la época actual, de trabajar aún más arduamente en la promoción, generación y mantenimiento de los empleos decentes y productivos. 4. El desempleo y el subempleo persistentes de los jóvenes conllevan un elevado costo socioeconómico y representan una amenaza para el tejido social. La incapacidad para crear suficientes puestos de trabajo decentes puede tener efectos perjudiciales duraderos en los jóvenes. 5. Existe una necesidad urgente de revertir la tendencia actual. Si no se adoptan medidas inmediatas y enérgicas, la comunidad mundial se enfrentará al triste legado de una generación perdida. Invertir en los jóvenes es invertir en el presente y en el futuro de nuestras sociedades. Se ha adquirido mucha experiencia sobre la forma de hacer frente a los distintos obstáculos con que tropiezan los jóvenes para entrar en el mercado laboral, pero en muchos países, las políticas ineficaces, macroeconómicas y de otro tipo, no han logrado generar suficientes empleos, ni en general, ni para los jóvenes en particular. El compromiso político y los enfoques innovadores son indispensables para mejorar la situación. 6. La crisis del empleo juvenil representa un reto mundial, aunque sus características sociales y económicas varían considerablemente, tanto en cuanto a su dimensión como a su naturaleza, entre los distintos países y regiones y dentro de cada uno de ellos. 7. Por consiguiente, invitamos a los gobiernos, a los interlocutores sociales, al sistema multilateral, incluido el G-20, y a todas las organizaciones nacionales, regionales e internacionales competentes a que adopten urgentemente nuevas medidas para afrontar la crisis del empleo juvenil. Sólo con una acción colectiva firme y una colaboración en los planos nacional, regional y mundial podremos mejorar la grave situación de los jóvenes en los mercados de trabajo. Pedimos a la OIT que lidere este llamado a la acción, facilite el aprendizaje mutuo en los planos nacional, regional y mundial y promueva alianzas de colaboración para hacer frente a la crisis. 8. Todas las acciones adoptadas para afrontar la crisis del empleo de los jóvenes deberían tener en cuenta la Declaración de Filadelfia (1944), la Declaración de la OIT relativa los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su seguimiento (1998), el Programa de Trabajo Decente (1999), el Programa Global de Empleo (2003), las conclusiones relativas a la promoción de empresas sostenibles (2007), la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa (2008), el Pacto Mundial para el Empleo (2009) y las conclusiones adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) en la discusión recurrente sobre el empleo (2010), así como el conjunto de normas internacionales del trabajo pertinentes para la cuestión del trabajo y los jóvenes. 4 ILC101-TRAITEXT-2012-08-0023-1-Sp.docx 9. La Resolución adoptada por la CIT en 2005 relativa al empleo de los jóvenes y su amplio conjunto de conclusiones proporciona un buen marco sobre el cual basarse. Se formula aquí un nuevo llamado a la acción para enfrentar la nueva y grave crisis del empleo juvenil. 10. En el Pacto Mundial para el Empleo, de 2009, que incluye un conjunto de medidas para dar respuesta a la crisis, se pide a los países que amplíen la ayuda destinada a los hombres y mujeres vulnerables que se han visto gravemente afectados por ésta, incluidos los jóvenes en situación de riesgo. La acción y la aplicación coordinadas de las políticas formuladas en el Pacto ayudaron a salvar millones de empleos. 11. En la discusión general celebrada por la CIT en 2012 se examinaron la magnitud y las características de la crisis del empleo juvenil, agravada en muchos países por la crisis económica y financiera mundial. Se analizaron en particular las elevadas tasas de desempleo y subempleo, el deterioro de la calidad de los puestos de trabajo disponibles para los jóvenes, su desvinculación del mercado de trabajo y la evolución lenta y difícil hacia el trabajo decente. Se extrajeron enseñanzas de la aplicación de la Resolución de la CIT de 2005 y se evaluaron las innovaciones en materia de políticas en algunas esferas. Se tomó nota asimismo de los debates del Foro de Empleo Juvenil, que reunió a 100 líderes juveniles en Ginebra del 23 al 25 de mayo de 2012. 12. En estas conclusiones de 2012: a) se subraya el compromiso renovado de agilizar la aplicación de la Resolución adoptada por la CIT en 2005; b) se hace un llamado urgente a la acción en vista de la nueva situación de crisis, y c) se ofrece orientación sobre el camino a seguir. Principios rectores 13. No existe ninguna solución universal. Es necesario adoptar un enfoque multidimensional con medidas para impulsar un crecimiento favorable al empleo y la creación de trabajo decente mediante políticas macroeconómicas, empleabilidad, políticas de mercado de trabajo, iniciativa empresarial juvenil y derechos de los jóvenes, a fin de afrontar las consecuencias sociales de la crisis asegurando al mismo tiempo la sostenibilidad financiera y fiscal. 14. Los principios rectores son los siguientes: tomar en consideración la diversidad de las situaciones nacionales para elaborar un conjunto de políticas multidimensional, coherente y adaptado a cada contexto; incluir el pleno empleo como objetivo esencial de las políticas macroeconómicas; asegurar la coherencia efectiva entre las políticas económicas, de empleo, de educación y formación, y de protección social; promover la participación de los interlocutores sociales en la formulación de políticas mediante el diálogo social; adoptar una combinación de políticas bien calibrada que aliente a un número mayor de empleadores a invertir y a generar nuevas oportunidades de empleo para los jóvenes; garantizar que todos los programas y políticas respeten los derechos de los trabajadores jóvenes y tengan en cuenta la dimensión de género; ILC101-TRAITEXT-2012-08-0023-1-Sp.docx 5 corregir los desajustes entre los puestos de trabajo disponibles y las competencias de los jóvenes, que limitan el acceso a las oportunidades de empleo; alentar la iniciativa empresarial juvenil con el fin de impulsar el crecimiento de empresas sostenibles, entre ellas las cooperativas y las empresas sociales, en las zonas rurales y urbanas; crear alianzas de colaboración innovadoras con múltiples actores en las que participen los gobiernos, los interlocutores sociales, las instituciones educativas, las comunidades y los propios jóvenes; aprovechar las amplias posibilidades para el intercambio de experiencias que puedan inspirar acciones concretas y adaptadas a cada contexto, aun teniendo presente que los modelos de acción no se pueden reproducir de forma sistemática; llevar a cabo un seguimiento, una evaluación y una presentación de informes eficaces de las políticas y los programas para fundamentar las intervenciones futuras; los jóvenes son parte de la solución. Su voz ha de ser escuchada, su creatividad, aprovechada y sus derechos respetados en las acciones para afrontar la crisis del empleo juvenil.

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