sábado, 13 de abril de 2013

POR EL LUCRO MUEREN CADA DÍA MÁS PERSONAS.

DOBLE SUICIDIO POR CAUSA DE LA CRISIS ECONÓMICA EN ITALIA.

El suicidio de un matrimonio de la tercera edad, endeudado ha sido lamentado en Italia. La prensa relató que ellos estaban muy endeudados y vivían con una pequeña pensión de la esposa de 68 años. El era albañil de 62 años y no tenía derecho a pensión, pero no encontraba aún empleo. Dejaron una nota en el carro de un amigo, pidiendo perdón por el gesto extremo, pues según los conocidos, fueron orgullosos y no pidieron ayuda. Esto es una prueba más del impacto psicológico devastador que la emergencia económica provoca en la vida de los hombres y mujeres, que frecuentemente pasa inadvertida en las estadísticas diarias. Italia está en recesión desde mediados del 2011, en los últimos cinco años se han perdido 600 mil puestos de trabajo.

En cuanto al segundo texto que inserto, ayer estuve viendo en la Tele un programa que se llama PASAJE A LO DESCONOCIDO, en el cual comprobamos como la biotecnología para generar lucro termina matando a las personas. Los que no mueren pues padecen de una obesidad extrema por tanta grasa, tanta carne contaminada, tanto alimento basura, tan poco alimento sano y saludable.

En mis estudios sobre los factores de riesgo, en la actualidad hay un llamado a tres factores que pueden ayudar a las personas a evitar enfermedades y son "sueño tranquilo, alimentación saludable y actividad física"

EL HAMBRE QUE DA LUCRO.

Las noticias de todo el mundo hablan de un alta generalizada de los precios, con énfasis en el aumento del petróleo y de los alimentos básicos de consumo. Destacan que en 2007 la inflación en los EUA fue de 4.1% y en las naciones en desarrollo fue de 6.69%. En 2008 llegó a 3.7% en la Unión Europea, el mayor nivel de los últimos 15 años. En Brasil fue un 5.41%. Entonces es la inflación y no el crecimiento quien se ha transformado en la principal preocupación al nivel macroeconómico global. “El dragón que parecía haber sido domado en los años 90, se escapó de su jaula” así lo destaca CARTA CAPITAL el 28 de mayo pasado.

 Por eso, el hambre vuelve a ser destacada entre los factores que generan inestabilidad. La crisis puede alterar la geopolítica mundial y hacer que los alimentos sean catalizadores de otros conflictos e instrumentos de presión política. Los países más vulnerables son los importadores líquidos de alimentos. Occidente, con sus empresas transnacionales, controla casi todo el comercio mundial de este sector.

Las autoridades gubernamentales y de los organismos internacionales, agentes financieros, representantes del agronegocio, académicos, periodistas y militantes de los movimientos sociales y de las organizaciones no gubernamentales, han atribuido el aumento de los precios de los alimentos a diversas causas:

·         Aumento del consumo por las poblaciones que han salido de una situación de pobreza en los países emergentes como China e India. Ese crecimiento viene acompañado de un cambio en el patrón de consumo. Las personas no solamente comen más, sino que buscan carne, huevos, lácteos.
·         El incremento del proceso de urbanización ha provocado que los antiguos campesinos que ahora son habitantes de favelas o de los suburbios, dejen de producir su propio alimento, garantizando su sustento en el mercado.
·         Pérdidas de zafras en países como Australia y China debido al cambio climático que afecta las regiones agrícolas en todo el mundo.
·         El aumento de precios de los fertilizantes y los fletes como consecuencia de la elevación de los recios del petróleo.
·         La utilización de alimentos para producir agrocombustibles, siendo el caso la remolacha en Europa, la soya en Brasil y particularmente el maíz en los Estados Unidos, donde se gasta el 10% de la producción mundial de ese grano para obtener etanol.
·         La reducción de los stocks internacionales de trigo, maíz y soya a pesar de que la producción mundial haya crecido en 4% en la zafra 2006-2007.
·         Tres décadas de acuerdos de libre comercio y de políticas neoliberales, que según Peter Rosset, del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, desmantelaron la capacidad de la mayoría de los países para producir su propio alimento por promoverse la agricultura de exportación y el crecimiento de las empresas transnacionales. De esas grandes compañías con sede principalmente en los Estados Unidos y Europa, 40 componen el cartel de las seis transnacionales de granos  (Cargill, Continental CGC, Archer Danields Midland, Louis Dreyfus, Andre Corporation y Bunge), que pasaron a controlar la producción y la comercialización de los productos principales.  
·         Insuficientes inversiones en la agricultura por parte de los Estados, particularmente en función del impacto de las políticas neoliberales en los países en desarrollo.
·         El doble juego de los gobiernos de las naciones desarrolladas. Por un lado subsidian y colocan barreras para garantizar su propia producción agrícola con precios de dumping sobre otros países. Por el otro lado exigen la liberalización de los mercados de los países en desarrollo, desestructurando en muchos casos la soberanía alimentaria de los mismos.
·         La especulación en las bolsas del futuro, que transforma el hambre del mundo en la nueva fuente de lucro del capital financiero.

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