martes, 26 de febrero de 2013

QUÉ SUCEDE CON LA NATALIDAD Y LA FECUNDIDAD EN CUBA

Traigo a colación un tema que aparentemente no es de derecho laboral, pero que su impronta en la generación futura de trabajadores y trabajadoras se hará sentir, ya que no habrá reemplazo suficiente de la fuerza de trabajo activa y desde ahora ha sido uno de los fundamentos del aumento de la edad de jubilación en el año 2008.

Desde el pasado siglo Cuba experimenta un descenso acelerado de sus niveles de fecundidad, que unido al envejecimiento poblacional provocará que la Isla para el 2025 reporte más personas entrando a la edad de jubilación que los que entran a la edad laboral. El año 2012 reportó un decrecimiento en la cantidad de nacimientos, hecho que ocupa y preocupa a buena parte de la sociedad cubana. Esta baja señala un envejecimiento extremo y una leve reducción del tamaño de nuestra población. Cuba posee uno de los valores más altos de envejecimiento del continente, en dinámica similar a la de países con mayor desarrollo económico que el nuestro.
Las condiciones de vida no es el único factor que condiciona las bajas tasas de fecundidad reportadas en el país y que al decir de los demógrafos es un fenómeno acelerado y sostenido. En el año 2012 la tasa global de fecundidad (TGF) tan solo llegó hasta los 1,62 hijos por mujer, un valor desestimado para el reemplazo poblacional que necesita el país.

Desde el año 1978 no ha sido posible romper esa barrera. Esta baja señala un envejecimiento extremo y una leve reducción del tamaño de nuestra población.

De este modo, Cuba se sitúa en la actualidad entre los países con más bajas tasas de fecundidad del mundo, que son a su vez los de mayor desarrollo. La mayoría de estos, se dice, están comenzando la llamada segunda transición demográfica, o  se encuentran en una fase avanzada de la primera.

TEORÍA PARA UN CAIMÁN

Las respuestas para esta tendencia son explicadas por los especialistas a partir de las llamadas teorías de las transiciones demográficas, que en el caso cubano son bastante singulares pues coinciden elementos de etapas avanzadas de la primera con rasgos incipientes de la segunda.

“La teoría de la transición demográfica tuvo su origen en el estudio y explicación de la población desde niveles altos de mortalidad y fecundidad  hasta otros cada vez más bajos para países europeos, y se propone establecer el nexo causal entre población y desarrollo económico”, expresó la demógrafa del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), Grisell Rodríguez Gómez. Según investigaciones hechas por la propia especialista, la

“La mayor distinción del caso cubano con relación al contexto europeo es que contrariamente a los países del viejo continente, Cuba muestra un  histórico saldo migratorio negativo que lo convierte en un país emisor de población”, acotó.

Otra de las peculiaridades expuestas por la demógrafa es que Cuba se encuentra en condiciones de subdesarrollo económico, hecho que la acerca más a las poblaciones  menos avanzadas en este proceso. Igualmente plantea que otro rasgo particular fue el espacio temporal, ya que en Europa necesitó varios siglos para registrar estos cambios. Cuba lo ha hecho en apenas cien años.

“Ello se debe a que el viejo continente necesitó alcanzar un umbral de desarrollo imprescindible para iniciar y avanzar en su transición, mientras que nuestro país se benefició con los avances sociales y voluntades políticas”, expresó la especialista.
ALCANZAR UN IDEAL
Al indagar sobre las condiciones que son identificadas como ideales para tener hijos, es muy recurrente la enumeración de elementos de carácter económico que inciden en la calidad de vida. En este sentido se aprecia un interés por elevar el poder adquisitivo en función de proporcionarle al futuro hijo, un hogar “adecuado, con las condiciones mínimas.”

Paralelamente aparecen elementos relacionados con la presencia de una pareja y una relación estable, así como intereses de superación profesional e incorporación laboral.
“Yo pienso que lo primero que hay que lograr es tener las condiciones materiales necesarias”, expresó María Fernández Olivera, trabajadora de 28 años.

Entre tanto, Graciela Torres Portales asegura que para ella lo más importante es tener una relación estable con su pareja y terminar sus estudios.

Las edades identificadas como ideales para la maternidad, son entre 20 y 29 años. Este continúa siendo un patrón transmitido generacionalmente e identificado no solo por las mujeres adultas, sino también por las más jóvenes. Sin embargo, resulta interesante la respuesta de féminas para las cuales el diapasón de edades es mucho mayor.

“Tuve mi hijo a los 32 años. Algunos me cuestionaron muchísimo esa decisión, aunque pienso que aún estoy joven. Yo quería terminar de superarme y ser independiente económicamente”, aseveró Elena Bello Santisteban.

Para la demógrafa Grisell Rodríguez Gómez, este es un fenómeno normal en la modernidad, pues aunque muchas mujeres continúan identificando las edades entre 20 y 29 años como ideales, hay otras que por alguna razón aplazan su fecundidad; lo cual constituirá un reto para el sistema de salud cubano.

Otro de los elementos imprescindibles a tomar en cuenta son la cantidad de hijos deseados. Con respecto a este tema, múltiples fueron las opiniones obtenidas durante un sondeo realizado.

“Yo quiero tener dos hijos, ese ha sido siempre mi sueño. Además, pienso que eso es lo anhelado por la mayoría de las parejas”, expresó Karla Rojas Pantoja, estudiante universitaria.

Sin embargo, hay otras que apuestan todavía por una gran familia. “Este es mi cuarto hijo, aunque debo de reconocer que el primero lo tuve tan solo a los 18 años de edad. La vida me ha dado este regalo y yo lo he tomado”, aseguró con gran emoción y haciendo gala del más pequeño de la familia, María Isabel Frómeta Guerrero.

Al respecto, la especialista del CEDEM expresó que es significativo cómo la mujeres cubanas no han renunciado a su maternidad, ya que estas al cumplir con las condiciones conceptualizadas por ellas mismas, tienen, al menos, un hijo.

APOSTAR POR EL FUTURO
En medio de una difícil coyuntura internacional, acentuada por las crisis económicas, políticas y medioambientales que azotan al planeta, el país se perfila para enfrentar este nuevo reto, que según la especialista Grisell Rodríguez Gómez no prevé recuperación por parte de grupos o cohorte alguna; como continuidad de un proceso mantenido desde décadas.

«La fecundidad será muy baja y envejecida y en consecuencia el país también lo será, ello sin duda será un reto para la sociedad en su conjunto» refirió.

“La fecundidad entendida como procreación efectiva tiende a ser menor, como continuidad de un proceso mantenido desde décadas, que al unísono ha sido homogéneo, en sus niveles territoriales y socialmente y por lo tanto no se debe prever recuperación por parte de grupos o cohorte alguna. La fecundidad será muy baja y envejecida y en consecuencia el país también lo será, ello sin duda será un reto para la sociedad en su conjunto».

En el marco de la implementación  de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y teniendo en cuenta la complejidad de las tendencias demográficas se ha creado una comisión para atender la dinámica demográfica del país, encaminadas a incentivar los nacimientos.

Marino Murillo Jorge, Jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, explicó durante la clausura del X Período de Sesiones de la Séptima Legislatura  de la Asamblea Nacional que en el Plan de la Economía para 2013 se incluyó un monto financiero para respaldar varias medidas dirigidas al cuidado de los adultos mayores y a estimular la natalidad.

Al respecto el presidente Raúl Castro,  llamó a estudiar la situación demográfica cubana para encontrar soluciones al problema de la baja tasa de natalidad en la nación caribeña, que constituye una manifestación inequívoca del desarrollo social alcanzado por la Revolución, señaló el mandatario.

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