CULMINÓ EL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE ALAL

 Después de 5 días de debates interesantísimos con la presencia de 60 expositores, entre panelistas y conferencistas, concluyó el Primer Congreso Internacional de ALAL en Salvador de Bahía. Tuvimos la dicha de asistir a debates con toque académico pero con enfoque dc combate, dirigidos a los sindicalistas presentes, que deben apropiarse de estas reflexiones en su lucha por recuperar lo que le pertenece a los trabajadores: su integridad, su dignidad, en fin, su vida.

Ahora seguiremos en la misma línea con los mismos ejes temáticos en La Habana del 27 al 29 de marzo de2013 en el VII Encuentro Internacional de Abogados Laboralistas y del Movimiento Sindical, al cual desde ya los estamos convocando a asistir. En breve insertaré en mi bloga información más amplia. Y siguiendo en el mismo orden de cosas, pues también nos veremos del 14 al 16 de noviembre de 2013 en Medellín, Colombia en el XI Encuentro Latinoamericano de Abogados Laboralistas y Asamblea General de ALAL y en el intermedio, hay un encuentro sobre Género en Minas Gerais, Brasil, que nos ofrecerá un espacio riquísimo de debates y análisis.

Y como no quiero concluir sin dejarles algo lindo para leer, tomé de la intervención del Dr. Roberto Pompa, presidente de la Asociación Latinoamericana de Jueces del Trabajo, este escrito de Saramago, que espero lo disfruten como lo he hecho yo y el público asistente al Congreso de Salvador de Bahía.

“…Que lo justo sea sinónimo de lo ético

Justicia, simplemente justicia

No la que se envuelve en túnicas de teatro y nos confunde con flores de vana retórica

No la que permitió que le vendasen los ojos y maleasen las pesas de la balanza

No la de la espada que siempre corta hacia un lado más que otro

Sino una justicia pedestre, una justicia compañera cotidiana de los hombres, una justicia para la cual lo justo sería el sinónimo más exacto y riguroso de lo ético,

una justicia que llegase a ser tan indispensable para la felicidad del espíritu como indispensable para la vida es el alimento del cuerpo.

Una justicia ejercida por los tribunales, sin duda, siempre que a ellos los determinase la ley, mas también, y sobre todo, una justicia que fuese emanación espontánea de la propia sociedad en acción,

una justicia en la que se manifestase, como ineludible imperativo moral, el respeto por el derecho a ser que asiste a cada ser humano

Saramago, “Este mundo de la justicia globalizada”