miércoles, 16 de mayo de 2012

A CONTINUACIÓN ALGUNAS NOTICIAS DE LA OIT

Tres pasos a seguir para reducir el desempleo juvenil
La combinación correcta de educación y formación, la promoción de la capacidad empresarial y el fortalecimiento de los servicios de empleo es clave para enfrentar la actual crisis del empleo juvenil en muchas partes del mundo afirmó el Director Ejecutivo del Sector de Empleo de la OIT, José Manuel Salazar-Xirinachs.

SHANGHAI (Noticias de la OIT) – El jefe del Sector de Empleo de la OIT puso de manifiesto las tres medidas clave que se necesitan adoptar para ayudar a los cerca de 75 millones de jóvenes desempleados en el mundo.

“Primero, para alcanzar el logro de este objetivo es necesario combinar la enseñanza en las aulas con la formación en el lugar de trabajo”, dijo, y aportó ejemplos exitosos de programas que unen la formación técnica en una empresa con la formación teórica en los institutos EFTP (educación y formación técnica y profesional) en países como Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca que tienen las tasas más bajas de desempleo juvenil en Europa. Salazar-Xirinachs destacó que este tipo de modelo se basa en la colaboración estrecha entre gobiernos, empleadores, sindicatos e instituciones de la formación. Puede ser adaptado a circunstancias económicas y culturales muy diversas a fin de ayudar a los jóvenes a superar la llamada trampa de ‘trabajo-inexperiencia’.

“El segundo factor de éxito para la creación de empleo es integrar la capacidad empresarial en la formación técnica y profesional”, agregó Salazar-Xirinachs. Uno de los principales objetivos es ayudar a los alumnos a imaginar su propia empresa, lo cual puede hacer la formación técnica más atractiva.

“Tercero, los servicios de empleo facilitan la transición al trabajo”, agregó.

El acceso a servicios de empleo eficaces contribuye a la reducción del período de búsqueda de trabajo, en particular cuando los servicios de empleo trabajan directamente con las instituciones EFTP y los empleadores. “Incrementar la inversión pública en educación y formación profesional así como en el aprendizaje práctico sin desarrollar al mismo tiempo la capacidad de los servicios públicos de empleo es como hacer una carretera y abandonarla antes de construir el túnel hacia la destinación final… que en este caso, es un buen trabajo”, dijo.

Otro factor importante destacado por Salazar-Xirinachs, es que el desarrollo de competencias no sólo ayuda a los países y a los trabajadores a superar el impacto de la crisis, también los prepara a enfrentar las tendencias a largo plazo que están afectando los mercados laborales en el mundo como los cambios demográficos y tecnológicos, la falta de correspondencia de las competencias o la nueva rivalidad mundial por talento.
“Los países enfrentan un desafío claro: invertir ahora en educación y formación y en servicios públicos de empleo, o asumir más tarde los costos del conflicto social y el desperdicio de potencial a medida que los jóvenes decepcionados se encuentran cada vez más excluidos de la vida económica y social”, concluyó Salazar.

¿Por qué las tasas de pobreza disminuyeron más en los países en desarrollo que en los desarrollados?

De acuerdo con el 'Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2012', los niveles de pobreza han disminuido en la mayoría de los países en desarrollo en los últimos años, pero no tanto en las economías desarrolladas.

GINEBRA (Análisis de la OIT) – Durante años, el crecimiento de la pobreza parecía ser un problema que afectaba sólo al mundo en desarrollo. Desde el inicio de la crisis mundial, la situación ha cambiado mucho. De acuerdo con el Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2012, los niveles de pobreza han disminuido en la mayoría de los países en desarrollo en los últimos años, pero no tanto en las economías desarrolladas. El informe muestra que las índices nacionales de pobreza disminuyeron en tres cuartas partes de los países en desarrollo, en especial en aquellos que instauraron políticas sociales significativas. Por otra parte, las tasas de pobreza aumentaron o permanecieron inalteradas en 25 de 36 economías desarrolladas debido al deterioro de los mercados laborales y de los efectos negativos de las medidas de austeridad.

Los países de América Latina y Asia se han destacado. Han obtenido buenos resultados en la lucha contra la pobreza gracias a las políticas sociales, tanto con transferencias sociales como con medidas directas dirigidas a la erradicación de la pobreza.

En Brasil, por ejemplo, la extensión del programa de transferencia monetaria condicionada, el aumento de los beneficios sociales no contributivos a las personas de bajos ingresos y el incremento del salario mínimo contribuyeron a la reducción de la pobreza. En India, la ampliación de la Ley nacional de empleo garantizado, redujo la pobreza y el subempleo, y al mismo tiempo estimuló las oportunidades de empleo y los salarios en las zonas rurales.

La situación en las economías desarrolladas es muy diferente. Según el informe, las tasas de pobreza disminuyeron sólo en 11 de 36 países, aumentaron en 17, y permanecieron básicamente inalteradas en 8. Uma Rani, una de las autoras del informe, señaló que el rendimiento de los países desarrollados estuvo vinculado a la evolución del mercado laboral, incluyendo el aumento del empleo temporal, del trabajo precario, y de los salarios bajos, así como a un incremento en el desempleo juvenil que gravó aún más las finanzas familiares.

“Las medidas de austeridad, que condujeron a una reducción de las transferencias sociales, también tuvieron graves repercusiones”, afirmó Uma Rani, del Instituto Internacional de Estudios Laborales de la OIT (IIEL), citando los ejemplos de Alemania, Austria, Canadá y Suecia. La burbuja inmobiliaria que precedió la crisis afectó aún más los niveles de pobreza en algunos países, ya que el incremento de los precios de la vivienda causó el aumento del endeudamiento de las familias.

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