sábado, 14 de abril de 2012

UNA CONTRIBUCIÓN DE LA DRA. SANDRA CORREA, DEL ECUADOR

De un trabajo realizado de recopilación de noticias sobre Cuba, he extraido solamente algunos temas que siempre benefician a la comprensión de por qué somos así, rebeldes, pero humanos y solidarios.


Bloqueo de Estados Unidos confiscó a Cuba 245 millones de dólares en el 2011
Un reporte anual del Departamento del Tesoro al Congreso de EE.UU sobre los activos confiscados a los estados y organizaciones calificadas por Washington como “terroristas”, revela que ese país congeló a Cuba 245 millones de dólares durante el 2011. La cifra constituye el 61 por ciento del monto total bloqueado por Washington bajo ese concepto. El documento de 30 páginas señala también que las autoridades estadounidenses mantienen bloqueadas 6 propiedades en Nueva York y Washington pertenecientes al Estado Cubano.

EE.UU había confiscado a Cuba 223.7 millones de dólares en el 2009 y 248.1 millones en el 2010. Numerosas personalidades en EE.UU, incluyendo su ex representante ante la OTAN, han criticado la inclusión de Cuba en la llamada lista negra de Estados terrorista de Washington.

La comunidad internacional ha condenado durante 20 años consecutivos en las Naciones Unidas el bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU contra Cuba.

En la edad de los juegos y las sonrisas

Celebran aniversario 51 de la creación de los Círculos Infantiles
Margarita Barrios
margarita@juventudrebelde.cu
9 de Abril del 2012 23:28:53 CDT
Los círculos infantiles llegan a los 51 años de su surgimiento este 10 de abril, con un total de 1 139 instituciones de este tipo, que atienden a 130 000 niñas y niños.
En la actualidad no todos los pequeños en edad preescolar pueden ser asimilados por esas instituciones, pues la situación económica no permite brindar este necesario servicio a todas las familias, como se pensó en un inicio, cuando la mujer, en los primeros tiempos de la Revolución, se incorporaba masivamente al trabajo.
A pesar de los esfuerzos que se realizan para repararlos, y de acuerdo con las solicitudes pendientes en el actual curso escolar, se pudo satisfacer solo el 47 por ciento.
Sin embargo, en la búsqueda de soluciones, desde 1992 se implementó el programa Educa a tu hijo, que se lleva a cabo en la comunidad y en el cual también tienen una incidencia las bien preparadas «seños» por su experiencia en el círculo infantil.
Basado en una investigación realizada por un equipo multidisciplinario, ese proyecto atiende más del 68 por ciento de la población de esas edades y permite una cobertura casi total.
Aunque la educación preescolar no es obligatoria, la política del Estado cubano es instar a la familia a que permita la participación de sus hijos, por lo importante que resulta para su desarrollo.
Cuando surgieron los círculos infantiles en 1961, el país no tenía tradición en ese tipo de enseñanza. Solo algunas instituciones particulares brindaban atención a los más pequeños.

Estados Unidos y la exclusión de Cuba de la Cumbre de las Américas

10 abril / Fuente original: Granma
por Raúl Sánchez
La ciudad colombiana de Cartagena de Indias será sede de la VI Cumbre de las Américas durante los días 14 y 15 de abril. Una de las más notorias ironías de su convocatoria, que tiene como lema central "Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad", es el mantenimiento por parte del gobierno de los Estados Unidos, principal inspirador de estos cónclaves, de su política de bloqueo y hostilidad contra Cuba, en la que se inscribe claramente la exclusión de nuestro país de estas reuniones.

Esta circunstancia hace difícil cumplir con el anunciado propósito de la cita e ignora que tanto la conexión como la prosperidad solo son alcanzables desde una perspectiva que tome en consideración las propuestas que en este y otros temas de interés político, económico y social defienden los países latinoamericanos y caribeños, cuya mayoritaria opinión no puede ser soslayada impunemente por la tradicional arrogancia estadounidense.

En la anterior cita hemisférica, efectuada en Trinidad y Tobago en abril del 2009, los países de América Latina y del Caribe manifestaron con claridad que resulta inaceptable que los Estados Unidos enfoquen la cooperación con nuestra área desde una perspectiva de subordinación. Llamaron entonces a construir un nuevo orden regional que tomara en cuenta las transformaciones políticas ocurridas en la región. En ese contexto, el levantamiento del bloqueo impuesto a Cuba fue un reclamo unánime que devino tema principal e ineludible en aquel cónclave.

Durante aquella cita, el recién estrenado nuevo mandatario estadounidense habló de disposición a buscar "un nuevo comienzo con Cuba", de comprometerse en un amplio espectro de temas con nuestro país y de mover las relaciones bilaterales en una nueva dirección. Sin embargo, y no por falta de movimiento o de iniciativas del lado cubano, la política de los Estados Unidos se mantiene hoy estancada en el mismo punto.

A tres años de aquel momento, con realidades palpablemente más sólidas y promisorias, consolidado el proceso de unidad regional que ha tomado cuerpo en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, los países al sur del Río Bravo se ven obligados a reiterar su rechazo a la exclusión de Cuba de la VI Cumbre de las Américas, la que nuevamente se presenta como exigencia unilateral de la política de Washington y portazo de la potencia norteña a esa justa y solidaria demanda de la región.

El veto, una vez más, de las autoridades estadounidenses demuestra fehacientemente que estas no albergan real voluntad para "conectarse" con sus vecinos del Sur, ni para cambiar su política agresiva contra nuestro país y evoca el lenguaje clásico de la guerra fría, con el que se pretende justificar el hecho de que las expresiones del gobierno de Obama relativas a un cambio de política hacia Cuba no hayan trascendido la retórica. Nada ha cambiado en la esencia de la política de hostilidad estadounidense hacia nuestro país.

Además, ante la certeza de que Cuba no regresará a la OEA, ni le interesa tener relación alguna con esa organización que ha servido como plataforma de los Estados Unidos para agredir y expoliar a América Latina y el Caribe, esas mismas autoridades han manifestado que, incluso, el ingreso en la OEA no sería el elemento indispensable para que Cuba participara en la cumbre.

Debe aclararse que, aunque se sirven de su aparato burocrático, estas cumbres hemisféricas no forman parte de la estructura institucional de la OEA, que tiene su propio foro de concertación a nivel de jefes de Estado: la Asamblea General. Por tanto, carece de fundamento intentar establecer un vínculo directo entre la posición histórica de Cuba con respecto a la OEA, y su participación plena en la Cumbre de Cartagena de Indias.

La VIII Reunión Extraordinaria del Consejo Político del ALBA, celebrada en La Habana el pasado 15 de febrero, ratificó la demanda de que los Estados Unidos pongan fin a la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba e inicien un proceso de diálogo basado en el respeto a nuestra soberanía y al derecho inalienable del pueblo cubano a la autodeterminación. Asimismo, rechazó las declaraciones emitidas por voceros y representantes del gobierno de los Estados Unidos descartando la participación de Cuba en la VI Cumbre de las Américas.

La cita realizó un llamado a las naciones de América Latina y del Caribe para que, como en la V Cumbre hemisférica de Trinidad y Tobago, renueven la demanda por el cese de esta irracional política.

A estas alturas de la historia, con una política exterior huérfana de ética y una realidad social donde la indignación y el cuestionamiento de los ciudadanos estadounidenses hacia su alabada democracia crecen exponencialmente, resulta más endeble que nunca la gastada retórica estadounidense sobre la supuesta ausencia de democracia en Cuba para justificar el mantenimiento del bloqueo y la exclusión de nuestro país de la Cumbre de Cartagena.

El gobierno de los Estados Unidos debería entender que, como definió el presidente ecuatoriano Rafael Correa, nuestra región no vive una época de cambios, sino un cambio de época. Mucho ha cambiado en América Latina y el Caribe desde el lanzamiento en 1994 de estas Cumbres por los Estados Unidos, asociadas a su proyecto de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que por su naturaleza anexionista fuera derrotado y enterrado en el encuentro de Mar del Plata del año 2005.

La muerte de esa propuesta en el mismo foro concebido para darle vida, constituye una reafirmación de soberanía de Nuestra América, con base en el avance de las ideas de independencia, progreso social y solidaridad regional, que hoy son más fuertes que entonces. Sin embargo, el imperio no parece haber aprendido la lección y se empeña en desoír el clamor que, desde las venas abiertas de América Latina y del Caribe, demanda el cese del bloqueo a Cuba y rechaza su exclusión de la Cumbre de Cartagena.

Cuba ha expresado que, en caso de ser invitada a esta Cumbre, asistiría desde su tradicional política exterior de principios y que lo haría con respeto.

¿Estará dispuesto el gobierno de Obama a asumir en Cartagena el costo político de su obcecación hacia Cuba? La realidad dará las respuestas, que con seguridad se corresponderán con la dignidad que caracteriza a los pueblos de Nuestra América.

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