miércoles, 9 de marzo de 2011

LAS MUJERES RURALES SE ENFRENTAN A UNA CRECIENTE DESIGUALDAD. ASI DICE INFORME DE OIT SOBRE GÉNERO…

Traslado esta información con el ánimo de analizar hasta qué punto son ciertas las aseveraciones que se hacen sobre el papel de la mujer en el medio rural y su protagonismo para salir de la pobreza.

El informe elaborado en 2010 por diversos organismos de la ONU sobre las consideraciones de género en el trabajo agrícola, titulado DIMENSIONES DE GÉNERO EN EL EMPLEO AGRÍCOLA Y RURAL: VÍAS DIFERENCIADAS PARA SALIR DE LA POBREZA, reclama que se permita a las mujeres liderar el crecimiento económico y la reducción de la pobreza en el medio rural. Indica que las mujeres obtienen todavía menos beneficios del empleo rural y se enfrentan a nuevas dificultades debido a la actual crisis económica y alimentaria.
El informe por ahora solamente disponible en inglés y francés, señala que "a pesar de que la desigualdad de género varía de forma considerable entre las diferentes regiones y sectores, existe la evidencia de que, a nivel global, las mujeres obtienen un menor beneficio del empleo rural -ya sea en un trabajo asalariado o por cuenta propia- que los hombres".
Al mismo tiempo, se indica que además de otros desafíos relacionados con las desigualdades de género en el empleo rural, "la reciente crisis económica y financiera ha ralentizado el proceso hacia una mayor igualdad de género" y el trabajo digno para las mujeres en las zonas agrícolas y rurales en los últimos años.
"Con la pérdida de empleos y los recortes en el gasto en infraestructuras y servicios sociales, se ha intensificado la carga de las mujeres para cuidar a otras personas y el trabajo no remunerado, con lo que su contribución financiera a la seguridad alimentaria familiar disminuirá", señala el informe. "La situación es especialmente grave en el caso de los hogares encabezados por mujeres", advierte.
El documento cita también la migración y la feminización de las actividades rurales, el comercio internacional y la diversificación de la economía rural y el trabajo infantil como otras de las cuestiones y tendencias que afectan a las mujeres empleadas en labores agrícolas.
Realizado por la FAO, el FIDA y la OIT este estudio reúne las últimas ideas sobre la dimensión de género del trabajo agrícola y rural y busca promover el debate sobre la importancia de las mujeres en el crecimiento de la economía rural y la mitigación de la pobreza. Algunos factores que pueden empujar a las mujeres a una situación de desventaja económica son: el empleo (ocupación y tarea), segmentación (las mujeres se emplean de forma desproporcionada en empleos de baja calidad), la diferencia salarial entre hombres y mujeres y el número menor de horas de trabajo remunerado, pero en conjunto con una mayor carga de trabajo.
Como ejemplo, el informe asegura que "es interesante observar que el 90 por ciento de la diferencia de salarios por razón de sexo en los países desarrollados o en desarrollo no puede justificarse: en otras palabras, debe atribuirse a una discriminación por cuestión de género".
Los autores demuestran que las mujeres sufren una discriminación que limita tanto su productividad económica como su desarrollo a nivel personal. Las mujeres necesitan tener acceso a la educación, formación, crédito, mercados, ayuda técnica y protección del empleo. Necesitan un acceso equitativo y seguro a la tierra y otros activos. Y requieren también "capital social", incluyendo la capacidad de participar de forma igualitaria con los hombres en las organizaciones campesinas.
Con estas ventajas (que los hombres disfrutan desde hace tiempo), las mujeres pueden incrementar su contribución al desarrollo nacional y la reducción de la pobreza. El 70 por ciento de los 1 400 millones de personas en situación de extrema pobreza que hay en el mundo en desarrollo, viven en zonas rurales. De este modo, aumentar la participación de las mujeres rurales en la economía es crucial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

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