jueves, 3 de febrero de 2011

UNA NOTA INTERESANTE SOBRE LA CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR, QUE INFLUYE SOBRE LA DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO

Advierto que el artículo completo puede ser consultado tanto en el Equipo Federal del Trabajo: www.eft.com.ar como en la fuente siguiente de un diario argentino: Fuente: http://www.pagina12.com.ar.
Despierta interés el tema porque no es solamente la realidad argentina la que se vuelca en dicho artículo, es una situación que afecta el clima laboral de la mujer que cada día ocupa un lugar mayor en las relaciones laborales. Les presento un brevísimo resumen del artículo.

Una radiografía de la desigualdad laboral. Mariana Carvajal

El estudio advierte sobre la reducida participación en el mercado de trabajo en comparación con los varones, revela que las mujeres son desplazadas a los sectores de bajos ingresos y que en tareas similares perciben menores remuneraciones.

Las mujeres ganan en promedio un 24 por ciento menos que los varones en iguales posiciones. Sólo el 4 por ciento de las que trabajan en empleos remunerados desempeñan cargos directivos: menos de la mitad de la proporción de hombres activos que llegan a puestos de conducción, que es del 9 por ciento. A pesar del crecimiento económico experimentado en el país, las brechas de género persisten en el mundo laboral: no han variado en los últimos seis años. La precariedad laboral las afecta con más fuerza: en 2009, entre las asalariadas, el 39 por ciento estaba en “negro”, contra un 33 por ciento en el caso de los hombres. Los datos surgen de un exhaustivo diagnóstico de las características específicas de la inserción femenina, elaborado por el flamante Centro de Estudios Mujeres y Trabajo de la Argentina (Cemyt), un espacio creado en el marco de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). La “asimetría” en la distribución de las responsabilidades familiares entre los miembros de los hogares es uno de los factores fundamentales que “condiciona las oportunidades de participación laboral de las mujeres” en empleos pagos, señala el estudio. La falta de guarderías accesibles a los sectores más desfavorecidos constituiría un obstáculo primordial. En una entrevista con Página/12, Estela Díaz, coordinadora del Cemyt, desgranó los hallazgos del relevamiento y consideró “fundamental” para mejorar la situación de las mujeres “la promoción de responsabilidades familiares compartidas, que involucren a los varones, y políticas públicas de cuidado infantil y de personas dependientes”.
El estudio es una radiografía de la presencia (y ausencia) femenina en el mercado laboral. Hay tres ejes clave para analizar la situación actual:
- La reducida participación en el mercado de trabajo en comparación con los varones.
- La segmentación del mercado de trabajo, que desplaza a las mujeres a los sectores de bajos ingresos.
- La discriminación salarial que indica que las mujeres perciben menores remuneraciones cuando desempeñan tareas similares a los varones. Hacia fines de 2009 esa diferencia se situaba por debajo del 24 por ciento, revela el informe.

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