jueves, 4 de noviembre de 2010

A PROPOSITO DEL COMENTARIO DE MARÍA DEL MAR RUIZ CASTILLO

Estimada María y mi también muy estimado Baylos.
Claro que tenemos que enlazar nuestras ideas, cuando van dirigidas a un mismo punto de encuentro. Hay aspectos de nuestros debates que merecen más que un comentario, aunque el solo hecho de una respuesta, vale para continuar las reflexiones.
Sí, estimada María, hay motivos de discriminación, o sea de exclusión, de preferencia, de estigmatización, de maltrato y preterición, que casi nunca se nombran, no se si por vergüenza ante los demás, o sencillamente porque poco importa el sufrimiento de dichos colectivos olvidados. Me refiero al género vinculado con la procedencia social y nacional (mujer pobre e inmigrante) la edad (guerra generacional con toda la intención de que subsista un vencedor, por sus fuerzas juveniles o por su experiencia laboral) el estado de salud (no solamente la discapacidad ostensible y visible, sino el portador de deficiencias que poco la afectan, pero que contagian a los demás, como es el caso de los portadores del VIH, así como las diferencias o preferencias sexuales.
Siempre que se habla de discriminación, se visualiza al de la raza o color de la piel diferente o a la mujer, sin que mucho se haya escrito sobre la procedencia social, la discapacidad y el cúmulo y/o asociación de motivos para ejercer acciones de discriminación.

Si de violencia se trata, soy de las que considera que la discriminación es un acto de violencia, me gustó enormemente el libro de Baylos y Pérez Rey sobre el despido discriminatorio como acto de violencia, pues es aquí donde se abre la Caja de Pandora y salen a relucir todos los fantasmas en contra del reconocido "como diferente", cuando lo que se debe pensar no es en el ser diferente, sino el poseer rasgos y características que lo individualizan en una relación laboral. Porque a decir verdad, al ejercerse violencia psicológica, normalmente se hace hacia el mejor, el de más alta autoestima, el que se destaca por su calificación y conocimientos, el que tiene mejor desempeño y los mediocres tratan de eliminar por tal motivo.

O sea que sobre discriminación hay mucho que escribir aún, empezando por los principios del derecho laboral hasta llegar a la identificación de los diferentes motivos que "justifican" los actos discriminatorios. Ah y sin dejar de hablar de la discriminación positiva, ya que a fuer de proteccionismo desmedido, también se puede discriminar al otro. Seguimos en contacto, sobre todo cuando las reflexiones vengan desde nosotr@s mism@s, de nuestras experiencias y vivencias, para no olvidar que todo pasa por lo aprehendido y vivido.

Hasta pronto querido Baylos, que te vaya bien por Nuestra América, que nos escojas al Caribe para llegar en un ode tus viajes, sobre todo invitándote a ti y a María del Mar a que nos visiten en ocasión del V Encuentro Internacional de Abogados Laboralistas y del Movimiento Sindical a celebrarse del 14 al 16 de marzo 2011, donde promete haber un interesante y vivaz intercambio sobre los temas del terrenal mundo en su relación con la seguridad, salud y medio ambiente laboral.

2 comentarios:

  1. Hola, de nuevo.
    Comparto las reflexiones y os propongo algunos temas para la reflexión.
    Creo que la forma en que se está manejando el tema de la discriminación positiva puede provocar efectos perversos, de expulsión del mercado de trabajo y de reforzamiento del rol social negativo. Solo he trabajo una vez en tema de mujer, aquí os copio el link: http://books.google.es/books?id=RXtm4E7T1oYC&pg=PA115&lpg=PA115&dq=mujer+ruiz+castillo&source=bl&ots=UgxnWyTrL8&sig=sQTtagpZwAyP9X799-nV7wF0rrI&hl=es&ei=M6GpTNCDENm5jAfj3YHzDA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=2&ved=0CBgQ6AEwATgU#v=onepage&q=mujer%20ruiz%20castillo&f=false
    Puede ser que fuera más conveniente reivindicar un derecho individual a la igualdad sustantivo que mantener la dualidad y separación de interpretación respecto al derecho a la no discriminación.
    Igualmente entiendo que lo adecuado pudiera ser reivindicar la presunción de discriminación a partir de la debilidad económica, considerada individualmente.
    Lidia, mándame tu dirección y te enviaré un ejemplar de la monografía, si es que no dispones de ella.
    Saludos.

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  2. Gracias infinitas querida María por tus comentarios. Yo he sido defensora de atacar los aspectos de la discriminación desde la óptica del daño que provocan en la persona discriminada y en general a otros niveles, como es la familia, la comunidad, el grupo, la sociedad. Porque en última instancia, cuando hay discriminación por algún motivo, hay otras personas que salen dañadas, en lo económico, cuanto también en lo social y en lo sicológico, porque no resulta fácil ver un familiar o un amigo dudando incluso de su capacidad de hacer y de ser, producto de que la discriminación obra en un sentido de culpabilización personal, el discriminado no observa que lo agreden, sino que él es el causante de sus males. Vale la pena trabajar mucho en estos aspectos.
    Claro que me interesa muchísimo tu monografía y no dudo en enviarte mi correo que lo puedes ver en mi página al principio: lguevara46@gmail.com aunque también puedes ingresar por lidia@conabi.cu. Me gustaría mantener el intercambio contigo y además no dudo en verte personalmente en algún momento, en Cuba, ya promocioné nuestro encuentro internacional de derecho laboral y lo puedes revisar.

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